jueves, 29 de abril de 2010

ARTICULO - EL TIEMPO ES ORO ¿O NO? PARTE 1

Sábado por la tarde. Me siento delante del Amstrad CPC 6128, lo enchufo y pulso el botón de encendido. Todo correcto. Cojo un disquete, lo introduzco en la unidad de disco y tecleo el correspondiente comando para cargar el juego: RUN”DISC. Pulso intro. Todo correcto. NO, espera, algo va mal… en la pantalla aparece un extraño mensaje:

Drive A: Read fail
Retry, Ignore or Cancel?

La pantalla de la discordia

¿Que coño? Bueno, habrá sido algún fallo sin importancia. Pulso R, Retry, o reintentar. Tras unos segundos, vuelvo a ver el mismo mensaje – me cago en… - ya me empiezo a mosquear y preocupar al mismo tiempo. Reinicio el ordenador y vuelvo a repetir la operación varias veces más sin ningún éxito. Con la mirada perdida, el rostro pálido y sudores fríos en la frente vislumbro una ingenua posibilidad, producto por aquel entonces de mi inexperiencia en el campo de las muertes electrónicas – Ah, bueno, eso será el juego que se ha fastidiado, probaré con otros, seguro que estos si funcionan – uno tras otro voy probando programitas con el mismo resultado, en forma de mensaje, en todos ellos. Nuevamente el dichoso:

Drive A: Read fail
Retry, Ignore or Cancel?


Pesadilla, pesadilla, arghhh...

- ¿Y ahora que hago? - Mi desesperación era infinita. Me había quedado de repente, sin comerlo ni beberlo, y posiblemente para siempre, sin poder jugar más en mi ordenador, que al fin y al cabo era para lo único que lo utilizaba. El disgusto me duró varios días. Llevamos el ordenador a reparar pero su arreglo costaba un huevo y mitad del otro – Le saldría más barato comprarse otro ordenador antes que arreglar este - decían en la tienda – “Claro, pero yo quería este” - pensaba para mis adentros. Volvimos a casa y yo solo sabia maldecir al ordenador, a su unidad de disco por haberse estropeado y por extensión a todos los juegos que nunca más podría jugar – “ahora que tenia el ABU SIMBEL a punto de caramelo, dita sea”

Inmerso en mis pensamientos estaba cuando mi padre, como quien no quiere la cosa, dice: - “¿y porque no le conectas un magnetófono y cargas juegos de cinta?” - De repente, entre tanta oscuridad, un rayo de sol iluminaba el horizonte…

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