Probablemente muy pocas personas nacidas a partir de mediados de los 90, donde el imperio de las consolas de 16 Bits empezaba a caer, y una nueva generación aparecía, con la Playstation como principal abanderada y vencedora absoluta, por encima de otros sistemas como la Saturn de Sega, sepan que España, que hoy en día no se caracteriza precisamente por ser un país con un gran desarrollo en el campo de los videojuegos, ha sido antaño, en la década de los 80 hasta principios de los 90, uno de los máximos exponentes en cuanto a creación de videojuegos se refiere, solo por debajo del reino Unido. A ésta época se la llamó “La Edad de oro del Soft español”. Ahí es nada.
Fred (Indescomp, 1983), y su secuela, Sir Fred (Indescomp, 1985), dos de los primeros grandes éxitos del soft español
De todos modos, no vayamos tan rápido y pongámonos en situación. Es el año 1983, punto de partida para la progresiva aparición en el mercado de diversos modelos de ordenador doméstico, como el Spectrum, Amstrad, y en menor medida Commodore 64 y MSX, que se van ganando la confianza del público y se van convirtiendo en uno más de la familia de cada uno. La humildad y sencillez de estos aparatos, unidas a su fácil manejo, permitían casi a cualquiera que se lo propusiera iniciarse en el mundo de la programación. Con el tiempo empezaron a salir jóvenes creadores con gran talento, y con ellos las primeras empresas programadoras de juegos, como Zigurat (Antes llamada Made In Spain, creadora de los míticos La Pulga y Fred) la conocida Dinamic (1984), Opera Soft (1986) y Topo Soft (1987), entre otras. Nació también ERBE software, que se convirtió en la principal distribuidora de juegos en España. Además las sucesivas revistas especializadas aparecidas sobre el sector, entre ellas Microhobby y Micromanía, no hicieron sino aumentar de forma exponencial la popularidad de los 8 bits, estas empresas y sus juegos. La enorme cantidad de títulos aparecidos y su gran calidad marcaron, sin duda, huella en el jugador medio, no solo en nuestro país, sino más allá de nuestras fronteras, juegos como La Abadía del crimen, considerado por muchos el mejor juego en esta edad de oro, Mad Mix Game, o Fernando Martín Basket, entre otros muchos…
Sin embargo, el tiempo pasó y con él, nuevos “intrusos” llegaron con la intención de desbancar a los 8 bits. Y lo hicieron… Ordenadores de 16 bits: Atari ST, Commodore Amiga y sobre todo el PC, con gráficos que le daban mil vueltas a los ya vistos y mayores prestaciones. Las compañías no supieron adaptarse a este cambio y pronto, mientras publicaban sus últimas creaciones, empezaron a desaparecer, una tras otra hasta no quedar ninguna… Todo intento para evitar este descalabro fue en vano, ni siquiera la rebaja a 895 pesetas que aplicó Erbe en sus juegos sirvió. Se acabó…
¿En serio acabó? De forma oficial Sí. De todos modos es muy curioso pensar que esas nuevas tecnologías que provocaron la desaparición de los 8 bits son las mismas que han posibilitado su regreso, gracias a la aparición de Internet, desde donde podemos bajarnos cualquier emulador y sus roms para disfrutar otra vez de todos estos juegos.
Si una cosa es cierta, es que no podemos hablar de “la edad de oro del soft español” sin hablar de las compañías españolas involucradas. Como ya hemos citado anteriormente, numerosísimas fueron las empresas de desarrollo aparecidas: Zigurat, Iber, Animagic, Positive… pero sin lugar a dudas destacaban por encima de las demás las tres más conocidas y míticas desarrolladoras: Dinamic Software, Topo Soft y Opera Soft. La primera de ellas, Dinamic muy pronto en el retroviajero, vuestro blog.
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