martes, 15 de julio de 2014

RETROREPORTERO - Licencias deportivas

Es curioso observar como han cambiado las formas de vender un videojuego a lo largo de los años. Hoy prácticamente lo tienen todo hecho, con los mejores gráficos, el mejor sonido… Es el conjunto de todos estos factores, unidas a una buena promoción, lo que propicia el deseo de cada persona por poseer el juego en cuestión. El juego prácticamente se vende solo.

Sin embargo, hace veinte años la cosa no era tan fácil. Hacía falta algo más. Por eso era tan popular y tan extendido convertir máquinas recreativas, o versionar películas y convertirlas en videojuegos. De esta forma, las desarrolladoras aseguraban, sin entrar a analizar la calidad del juego,  las ventas del producto. Podríamos decir que la compra de licencias era una práctica tan habitual entonces como lo es ahora. 

Jorge Martínez Aspar fue contratado por Dinamic

No obstante, existe un género en el que estas normas han cambiado sustancialmente, y debían compensar la escasa tecnología de entonces mediante dichas licencias. Nos referimos obviamente al género deportivo.

En los tiempos que corren, con juegos casi fotorealistas, donde podemos distinguir los rostros de los jugadores casi en la lejanía y reconocerlos fácilmente, no nos tienen que decir: “Este juego lo patrocina Messi”, o “Cristiano Ronaldo te recomienda este juego” ni ver su foto adornando la portada (Está bien, muchos juegos deportivos lo siguen haciendo, pero no es esencial) para que uno desee tener ese título en su estantería. Es más, me atrevería a decir, este es el aspecto menos importante utilizado para vender, puesto que buscan la perfección de la jugabilidad y la técnica.

Los píxeles...

Pero por aquel entonces, no podíamos pedir mucho más de lo que nos ofrecían, y necesitábamos en algunos casos algún aliciente más ¿La solución? Contar con la estrella deportiva del momento para que diera nombre y rostro al juego. Luego podíamos ver en las revistas especializadas reportajes y entrevistas a estos deportistas donde nos mostraban las visitas de estos a las compañías de videojuegos y donde ellos mismos nos contaban las bondades del programa. Obviamente, nos tenían que vender la moto.

...dejaron paso al fotorealismo

Desde luego no era imprescindible contar con un deportista famoso en la carátula para contar con buenas críticas y ventas (Match Day o Kick Off lo demuestran), pero desde luego suponía un buen empujón para facilitar la promoción del producto  y meterlos por los ojos del jugador.

Fernando Martin fue renombrado a Basket Master en el mercado internacional

Lo cierto es que, después de todo, la mayoría de estos juegos no eran en absolutos malos (Bueno, había algunos horribles, para que engañarnos, pero eran los menos) pero un oportuno cambio de nombre y una portada adecuada aseguraba unos mejores ingresos. En España era una práctica muy habitual, y prácticamente cualquier juego de deportes que salió aquí contaba con su deportista patrocinándolo. Posiblemente los más conocidos son el Fernando Martín Basket Masters y el Emilio Butragueño Fútbol (dos de los programas más vendidos en nuestro país), pero tenemos muchos ejemplos más: Michel Super Skills, Aspar GP Master, Emilio Sanchez Vicario, Angel Nieto Pole 500, Perico Delgado Maillot Amarillo, Drazen Petrovic Basket, Poli Díaz Boxeo …

Butragueño recibiendo un premio por las 50.000 copias vendidas del juego

En otros países también practicaban esta moda, encontrándonos juegos como “Emlyn Hughes International Soccer”, “Paul Gascoigne - Gazza”, “Magic Johnson Basketball”, “Daley Thomson Decathlon” o “Bird vs Jordan: One on One” entre otros.

Especial gracia, y para finalizar el artículo, tiene el caso de  Gary Lineker, famoso futbolista Inglés,  que demuestra lo fácil que nos podían vender entonces gato por liebre: Los juegos “Gary Linekers Hot Shot” y “Gary Linekers Super Skills”, comercializados en el extranjero por separado, fueron convenientemente juntados en la misma caja, con un simple cambio de nombre y vendidos en nuestro país como el Emilio Butragueño 2, en una jugada comercial que intentaba aprovechar el tirón que tuvo el juego creado por Topo Soft. ¿Curioso, verdad?

Lineker´s Superskills + Lineker´s Hot Shot! = Emilio Butragueño Fútbol 2

En definitiva, los tiempos han cambiado, para todos y para todo, y esto lo demuestra,  pero no podemos hacer otra cosa sino esbozar una sonrisa y agradecer el poder haber vivido ésta época. Nos vemos en la próxima entrada!

2 comentarios:

  1. Mis juegos de fútbol preferidos de esa época, precisamente eran los que venían sin "licenciar" por ninguna divinidad, Match Day II (juego dios!) y el Konami´s Soccer.

    De los licenciados al que le saqué bastante jugo fue al Michel. Tanto a la parte de las pruebas (aunque lo de los toques de balón era demencialmente difícil) como la del partido (eso que vinieran los nombres de los jugadores, un puntazo!)

    Saludos!

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    1. Está claro, el hecho de que tuvieran la cara de un jugador famoso en la portada no era ni mucho menos señal de que fuera bueno, pero está claro que algo ayudaba a las ventas.

      Yo reconozco que al Match Day lo jugué poco o nada en su época, y al konami soccer menos todavía, más que nada porqué solo tenía el Amstrad, y no tenía ninguno de esos juegos. Eso sí, el Michel y el Butragueño los disfruté de lo lindo.

      Gracias por comentar! Un saludo!

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